terça-feira, 21 de julho de 2009

Honduras não está só


viernes 17 de julio de 2009
Honduras no está sola

Rafael Bautista (especial para ARGENPRESS.info)

El golpe civil-militar producido en Honduras, delata una rearticulación, no sólo de las oligarquías latinoamericanas, sino del propio poder norteamericano. También delata el carácter colonial de un Estado, en cuyo interior se origina una sedición –pues no sólo se trata de un golpe militar sino congresal, judicial y electoral– contra un gobierno legítimo y contra el propio pueblo, al cual, en definitiva, golpea.

La aventura que, ahora, busca la “negociación”, como modo de legitimar un acto de sedición, no es tan desesperada como se cree. Tampoco pareciera tratarse sólo de un ensayo desvariado. Lo que empieza a cobrar cuerpo es el renacimiento de una geopolítica de la distensión. En sus dos sentidos, se trata tanto de dislocar como de aflojar: se pretende dislocar una posible consolidación centroamericana del ALBA y de aflojar la fuerza, mediante la amenaza, de gobiernos democráticos de la región. Es decir, lo que interesa al Pentágono no es el golpe en sí, sino el calibre de la respuesta que pueda ofrecer un bloque conjunto del sur.

Por eso dilata el desenlace, y desvía su cauce hacia ámbitos “legales” (pertinentes al sector dominante), para medir la magnitud que pueda tener una respuesta latinoamericana. Más allá de los discursos, la capacidad efectiva institucional de respuesta –ya sea del ALBA, del UNASUR, o de la misma OEA– está demostrando ser todavía débil. El propósito inicial sería debilitar, aun más, toda respuesta conjunta, sobre todo centroamericana; de ese modo aislar a Chavez, para que su mirada se dirija exclusivamente a un sur (donde la derecha recupera posiciones en Argentina y Uruguay, y donde Colombia y Perú se reafirman como satélites) con menos capacidad de acción. Si se lograra debilitar el bloque del sur (por eso la presidenta Cristina se preocupa, porque algo similar le puede ocurrir en Argentina), las burguesías de Brasil y Argentina, no tardarían en sacrificar un destino común y soberano, por proyectos mezquinos, ligados siempre a la sobrevivencia del imperio agónico del norte. Como es costumbre, en nuestra historia colonial, la clase dominante apostaría su sobrevivencia condenándonos, otra vez, a una nueva dependencia (también con la complicidad de una izquierda extremista que sacrificaría al pueblo por sus maximalismos)....

... Si el golpe se consolidara, generaría un efecto dominó. Lo que Washington estaría procurando es desplazar a un aliado de Chávez (y arrinconar a los otros), con el fin de menguar su influencia en el Caribe; influencia también negativa para los intereses oligárquicos regionales (no es ningún secreto la estrecha relación de intereses entre las oligarquías de Honduras y Costa Rica; por ello, el interés de Arias, avalado por Washington, no puede ser consentido inocentemente). Si no triunfara el golpe, Washington y la derecha hondureña, vía “negociaciones”, se encargarían de arrinconar a Zelaya, para hacerle imposible ejercer un mando real, e imposibilitarle toda acción para, en menos de 6 meses, poner un candidato títere. Esta posibilidad es la que empieza a entusiasmar a las oligarquías; por eso se dilata el desenlace, haciendo del desgaste de las movilizaciones populares, el antecedente de una política de resignación que asuman los demás gobiernos. El triunfo inmediato se manifestaría en fracturar una consolidación centroamericana del ALBA....

SEGUE no link: http://www.argenpress.info/2009/07/honduras-no-esta-sola.html

Rafael Bautista es autor de “OCTUBRE: EL LADO OSCURO DE LA LUNA” y “LA MEMORIA OBSTINADA”.
Enviado por Fernando Yepez

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